Con el otoño he decidido inaugurar una sección en el blog en la que os transmita, mediante fotografías, artículos o vídeos “prestados de algún medio”, la noticia más importante de la semana.
Y no puedo estrenar de mejor manera esta sección, que analizando la remodelación que Zapatero ha hecho de su gobierno, cuando queda aproximadamente un año y medio para que se celebren nuevas elecciones generales.
En principio la semana política de nuestro país se planteaba muy diferente. El miércoles se iba a proceder, en el Congreso de los Diputados, a dar vía libre a la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2011. Zapatero había conseguido el apoyo necesario, tras las reuniones con CC y PNV, con lo que se anulaban las cinco enmiendas a la totalidad expuestas por PP, CiU, BNG, ERC-IU-ICV y UPyD.
Sin embargo, a primera hora de la mañana de ese mismo día saltaban a los medios de comunicación españoles los rumores sobre una posible reestructuración del gobierno. Pero en el Congreso todos callaban y la jornada seguía su curso. Así, con 177 votos en contra de las enmiendas y una abstención, el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado seguía el trámite parlamentario hasta su aprobación definitiva, prevista para el mes de diciembre.
Y tras la mayoría de la Cámara Alta a favor de los Presupuestos, llegó la confirmación de lo que ya todos sabían. José Luis Rodríguez Zapatero, mediante una comparecencia en La Moncloa, explicaba a los medios de comunicación los cambios en el Ejecutivo, con los que se reducían a 15 los departamentos ministeriales, frente a los 17 existentes en el anterior gabinete.
Algunas caras nuevas en el gobierno y otras ya conocidas que realizan nuevas funciones y que forman parte de esta última etapa en la vigente legislatura del partido socialista.
Entre las nuevas, Ramón Jáuregui (hasta ahora diputado en el Parlamento Europeo y que se ocupa desde el jueves del Ministerio de la Presidencia), Valeriano Gómez (ministro de Trabajo e Inmigración en sustitución de Celestino Corbacho), Rosa Aguilar (era consejera de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía y se convierte en la ministra al frente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino) y Marcelino Iglesias (convertido en Secretario de Organización del PSOE).
Mucho más peso en el gobierno para Alfredo Pérez Rubalcaba, quien continúa como ministro de Interior (desempeña el cargo desde 2006) pero que se estrena también como nuevo vicepresidente primero y portavoz del gobierno, en sustitución de María Teresa Fernández de la Vega.
Y dos mujeres que ya formaban parte del gabinete se ponen a partir de ahora al frente de otros dos ministerios. Trinidad Jiménez, titular del Ministerio de Asuntos Exteriores, sustituyendo a Moratinos, y la hasta ahora Secretaria General de Organización del PSOE, Leire Pajín, al mando de Sanidad, Igualdad y Política Social.
Salen del Ejecutivo algunos políticos clave durante la legislatura. Es el caso de María Teresa Fernández de la Vega, Miguel Ángel Moratinos y Elena Espinosa, para los que Zapatero sólo tuvo muestras de agradecimiento durante su comparecencia. Y otras como Beatriz Corredor y Bibiana Aído continúan su labor como Secretarías de Estado.
En palabras de Zapatero, la decisión adoptada el pasado miércoles ha servido para construir “un Gobierno renovado y políticamente reforzado” al que se incorporan personas con un perfil político claro, experiencia en gestión, extensa trayectoria en puestos de responsabilidad y con gran capacidad de comunicación.
Sin embargo, y a pesar de lo dicho por el presidente del gobierno, los medios de comunicación españoles el jueves hacían valoraciones a la renovación, poniendo como protagonista indiscutible el nuevo papel de Rubalcaba y haciendo referencias al intento del presidente por “salvar la legislatura”.
Y no puedo estrenar de mejor manera esta sección, que analizando la remodelación que Zapatero ha hecho de su gobierno, cuando queda aproximadamente un año y medio para que se celebren nuevas elecciones generales.
En principio la semana política de nuestro país se planteaba muy diferente. El miércoles se iba a proceder, en el Congreso de los Diputados, a dar vía libre a la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2011. Zapatero había conseguido el apoyo necesario, tras las reuniones con CC y PNV, con lo que se anulaban las cinco enmiendas a la totalidad expuestas por PP, CiU, BNG, ERC-IU-ICV y UPyD.
Sin embargo, a primera hora de la mañana de ese mismo día saltaban a los medios de comunicación españoles los rumores sobre una posible reestructuración del gobierno. Pero en el Congreso todos callaban y la jornada seguía su curso. Así, con 177 votos en contra de las enmiendas y una abstención, el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado seguía el trámite parlamentario hasta su aprobación definitiva, prevista para el mes de diciembre.
Y tras la mayoría de la Cámara Alta a favor de los Presupuestos, llegó la confirmación de lo que ya todos sabían. José Luis Rodríguez Zapatero, mediante una comparecencia en La Moncloa, explicaba a los medios de comunicación los cambios en el Ejecutivo, con los que se reducían a 15 los departamentos ministeriales, frente a los 17 existentes en el anterior gabinete.
Algunas caras nuevas en el gobierno y otras ya conocidas que realizan nuevas funciones y que forman parte de esta última etapa en la vigente legislatura del partido socialista.
Entre las nuevas, Ramón Jáuregui (hasta ahora diputado en el Parlamento Europeo y que se ocupa desde el jueves del Ministerio de la Presidencia), Valeriano Gómez (ministro de Trabajo e Inmigración en sustitución de Celestino Corbacho), Rosa Aguilar (era consejera de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía y se convierte en la ministra al frente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino) y Marcelino Iglesias (convertido en Secretario de Organización del PSOE).
Mucho más peso en el gobierno para Alfredo Pérez Rubalcaba, quien continúa como ministro de Interior (desempeña el cargo desde 2006) pero que se estrena también como nuevo vicepresidente primero y portavoz del gobierno, en sustitución de María Teresa Fernández de la Vega.
Y dos mujeres que ya formaban parte del gabinete se ponen a partir de ahora al frente de otros dos ministerios. Trinidad Jiménez, titular del Ministerio de Asuntos Exteriores, sustituyendo a Moratinos, y la hasta ahora Secretaria General de Organización del PSOE, Leire Pajín, al mando de Sanidad, Igualdad y Política Social.
Salen del Ejecutivo algunos políticos clave durante la legislatura. Es el caso de María Teresa Fernández de la Vega, Miguel Ángel Moratinos y Elena Espinosa, para los que Zapatero sólo tuvo muestras de agradecimiento durante su comparecencia. Y otras como Beatriz Corredor y Bibiana Aído continúan su labor como Secretarías de Estado.
En palabras de Zapatero, la decisión adoptada el pasado miércoles ha servido para construir “un Gobierno renovado y políticamente reforzado” al que se incorporan personas con un perfil político claro, experiencia en gestión, extensa trayectoria en puestos de responsabilidad y con gran capacidad de comunicación.
Sin embargo, y a pesar de lo dicho por el presidente del gobierno, los medios de comunicación españoles el jueves hacían valoraciones a la renovación, poniendo como protagonista indiscutible el nuevo papel de Rubalcaba y haciendo referencias al intento del presidente por “salvar la legislatura”.
Fotografías: rtve.es y kiosko.net
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